domingo, 28 de septiembre de 2008
BALANCE DE LA GESTION ASTORI
Por Manuel Flores Silva |*|
A los ministros de Economía se les debe juzgar primeramente con números.
Crecimiento. Permanentemente hemos visto que el gobierno se atribuye la tasa de crecimiento que tuvo la economía este año. Veamos. En el año 2003, según los datos oficiales de INAC, las exportaciones de carne vacuna le redundaron al país 379 millones de dólares. La tonelada se pagaba 1.198 dólares. El precio de la tonelada para agosto de 2008 es de 3.994 dólares. Es decir, el precio se multiplicó por 3,3 veces (las ventas de setiembre ya fueron a 4.288 dólares la tonelada). Es decir que por el mismo volumen de carne que nos pagaron 379 millones de dólares en el año 2003, a precios de agosto de 2008 (que van a ser aproximadamente los promedios del año) nos han pagado 1.262 millones de dólares. Es decir, nos vinieron por razones de precio internacional 888 millones de dólares más. En realidad vamos a vender 1.400 millones de dólares de carne vacuna en el año 2008 según las proyecciones oficiales (a fin de agosto se había pasado los 900 millones). Ese plus de 120 millones es lo que se ha aumentado en volumen de ventas (por cantidad y no por precio) pues es claro que cuando hay tan buen precio aumenta en algo la producción.
Es decir, el crecimiento se debe a los precios internacionales de nuestras materias primas. Cuando empezó este gobierno el trigo estaba a 150 dólares y para el año 2007 por encima de 300. El maíz andaba en torno a los 85 dólares en marzo de 2005 y en torno a los 175 en 2007. Así, también la soja pasó en ese período de 200 dólares a 400 y el girasol de 220 a 440. El ministro saliente siempre atribuyó el crecimiento a sus políticas, cuando en toda Latinoamérica, con diferentes políticas macroeconómicas, se ha dado este crecimiento por el precio de las materias primas. Apropiación indebida de mérito. En realidad, la opción por un modelo económico ortodoxo supuso, como veremos, no sólo la concentración del ingreso -ya que los beneficiarios principales del modelo son los productores de materias primas y los semi industrializadores de las mismas- sino también el rezago industrial. En junio de este año las mediciones sectoriales oficiales determinaban que, sin contar Botnia (que en realidad no paga impuestos), la industria uruguaya había vendido un 3% menos que el año anterior.
Comercio exterior. Por lo antedicho, las exportaciones del primer semestre de 2005 fueron de 1.617 millones de dólares y las del primer semestre de 2008 de 3.000 millones. Pero mientras en el 2005 estábamos en un equilibrio entre lo que exportábamos y lo que importábamos, este año se va a exportar 6.000 millones (FOB) y se van a importar 9.000 millones (CIF). Un déficit comercial de 3.000 millones de dólares. El año pasado las importaciones de petróleo estuvieron en los 700 millones de dólares y este año sobrepasarán los 1.000 millones. Otros 8.000 millones son de otros productos. Es decir, si descontáramos lo que nos sale el petróleo, igual estaríamos en la situación de déficit comercial más grande de nuestra historia.
Todo lo contrario a lo que siempre se predicó. Vendemos materias primas y compramos productos elaborados. Estamos dejando de vender trabajo uruguayo y compramos más trabajo extranjero que nunca.
Deuda externa. La deuda externa bruta alcanza en el primer trimestre de 2008 17.337 millones de dólares. Al comenzar la actual administración era 4.000 millones menos. El ministro saliente le explica a la opinión pública, no esto que en pleno ciclo favorable de precios endeudó al país más que cualquier ministro de Economía en la historia nacional-, sino que tomó un país en que la deuda igualaba al PBI y ahora la deuda disminuyó y es ahora tan sólo el 70% del PBI. La trampa está en que la deuda creció mucho pero el PBI más. Es decir, estamos frente a un ciclo de precios de nuestra producción más favorable que en todo el siglo XX. Y el ministro aprovecha en su razonamiento que en el momento de la crisis el Producto había caído mucho. Es decir, compara la deuda con el momento en que se desplomó el Producto y luego la compara con el momento de Producto más alto de la historia y le dice a la gente que bajó la deuda. Pero si comparamos la deuda con las cifras de antes de la crisis, veremos que antes la deuda aquella deuda que no se debía pagar porque era fruto del entreguismo, etc., etc.- era sólo el 40% del Producto y la deuda de Astori es el 70% del PBI.
Por otra parte, si a la deuda del 2005 se le agregaban los intereses, daba que el país debería pagar 20.000 millones de dólares. A marzo de 2008 la deuda externa más intereses, según el Banco Central, es de 29.345 millones de dólares.
No sé como lo hizo, pero logró endeudar al país en plena expansión económica y cuando nos llueve dinero por nuestros productos en 4.000 millones más y en 10.000 millones si computamos los intereses.
IRPF. Nos queda poco espacio, de modo que vamos a ir siendo más sintéticos. Al mes de agosto del año en curso, la recaudación acumulada de un año de IVA, por la DGI, representa el 55% del total recaudado, y la del IRPF, el 11%. Si el IRPF trajera justicia tributaria, para empezar, sólo la traería en el 11% del sistema (en realidad va a bajar esa cantidad con el nuevo sistema). Por otro lado, se bajó el impuesto a la renta de las empresas y se comenzó a derogar prgresivamente un impuesto directo (el impuesto al patrimonio) que pagaban los ricos y no la clase media. El impuesto al patrimonio recaudaba un 8%, no distante de lo que terminará recaudando el IRPF. El FMI aconseja el IRPF. Tiene que ver con la idea de que las empresas ganen dinero con impuestos bajos y el capital fluya, de manera que se le saca la presión al capital y se le pone al trabajo. Llama la atención que la izquierda coincida con el Fondo y no se pregunte por qué. El sistema fiscal resultante tiene la misma proporción de impuestos directos que antes, sólo que ahora no los pagan los ricos, sino la clase media.
Empleos públicos. El gobierno ha reconocido que en estos tres años el Estado a contratado 12.000 nuevos funcionarios (en realidad se fueron 18.000 y entraron 30.000). En la rendición de cuentas entran otros 8.000. Total 20.000 funcionarios. Eso le cuesta al Estado unos 200 millones de dólares al año. Es decir, lo que le cuesta al año todo el Poder Judicial y la Universidad de la República sumados, con sueldos, gastos de funcionamiento e inversiones incluidos.
A eso se le debe sumar los cargos de confianza que el gobierno ha reconocido que han aumentado en un 117% -más de 200 asesores en Canelones, otros 200 en Montevideo, según los respectivos gremios- todos con sueldos importantes, al tiempo que se duplicaron los salarios de los cientos de cargos de confianza política ya existentes.
La gestión del ministro Astori mantuvo a 860.000 personas en la pobreza para fin de 2007, según datos oficiales. Antes dijeron que la habían bajado a 750.000, luego corrigieron y ahora dicen de vuelta que la bajaron a 750.000, con técnica cuestionable porque le cuentan a los pobres las mutualistas de toda la familia, reconociendo implícitamente que los hospitales no tienen valor pese a tanta bulla del contador Olesker. Pero cuando el país de los burros y de los apátridas de los partidos tradicionales tenía 21.000 millones de dólares de Producto por año, los pobres eran 430.000. Ahora el Producto es 23.000 millones y han consolidado, sin embargo, las cifras de pobreza de la crisis. No sabe el ministro cómo, con el Producto que tiene, reducir los pobres a los que había. Que según se decía era lo que había que terminar.
El ministro, según el Instituto de Economía de la Universidad, ha concentrado el ingreso más que antes. A la educación, que tenía 3,1% del Producto en 2004, para el 2007, según las cifras oficiales del presupuesto, estaba en 3,1%. Le agregaba la educación policial, militar, los centros CAIF, la educación para adultos del MEC y no sé cuántas cosas más para decir que estaba en el 4%.
La gestión Astori ha sido pues una gestión harto conservadora: endeudó al país como nunca, concentró la riqueza, mantuvo la pobreza bajándola muy poco, produjo un déficit comercial sin par, simuló una reforma fiscal y cambió para peor un 10% de la recaudación, aumentó los empleados públicos, teniendo dinero incumplió con la enseñanza y aplicó políticas sociales asistencialistas como hacen los conservadores cuando hablan de compasión.
Una derecha perfectamente enmascarada. La mentira es siempre reaccionaria, afirmaba, creo, Gramsci. Ahora bien, a partir de ella catapultarse a la soberbia no deja de ser un verdadero producto nacional bruto. Me recuerda aquella frase de Oscar Wilde sobre la literatura de otro escritor: se bebe el agua de su propio baño.
|*| Ex senador, director de Jaque y de Posdata
Datos oficiales del Banco Central.
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